En primer lugar, los mp3 de cualquier instrumento oídos en altavoces multimedia suenan a fonógrafo La Voz de Su Amo, RCA Víctor.
En segundo lugar, para opinar de un instrumento hay que trabajar con él, no basta -ni alcanza siquiera- con oír demostraciones que, o son maravillosas y no ciertas, o son pésimas y mucho desmerecen al instrumento. Les recuerdo que si a eso vamos muchos instrumentos veraces y contundentes no serían adquiridos por nadie. Si ustedes creen que la firma Synclavier no sabe o no alcanza a lo que les digo, demuéstremente que son ustedes poseedores del Synclavier IV presentado en Viena en octubre del pasado 2002.
Hace falta no sólo conocer la orquesta, sino ser programador de sintetizadores. Y creo que no están ustedes en disposición de hablar de algo que a la vista salta desconocen.
Les recuerdo, ya por último, que mi opinión es sólo eso; ni vendo instrumentos, ni me dan comisión cuando alguien los adquiere.
Estúpida obsesión esta de persistir, sin base alguna, en algo que insisto ustedes no conocen ni por casualidad.
El VIrtusoso 2000 es un sintetizador, como lo es el DX7 de Yamaha, el D50 de Roland, el Modular System A-100 de Doepfer y tantos otros.
Que el desacierto de una demostración no sea del agrado, no significa que el instrumento no pueda competir firmemente con muchos de los que ustedes creen que están en el último grito de la tecnología, cuando sobre sampler nada se ha innovado desde el mítico S-3000 de Akai.
De manera que ustedes busquen donde quieran, que yo sé cuánto, cómo y qué necesito.
Sus opiniones no dejan de mostrar el desconocimiento de algo básico para lo que muchos mensajes arriba le indicaba al verdadero destinatario del debate parlamentario sobre esta materia.
Opinen ustedes, yo ya lo he hecho.
Francisco F. Micol
En segundo lugar, para opinar de un instrumento hay que trabajar con él, no basta -ni alcanza siquiera- con oír demostraciones que, o son maravillosas y no ciertas, o son pésimas y mucho desmerecen al instrumento. Les recuerdo que si a eso vamos muchos instrumentos veraces y contundentes no serían adquiridos por nadie. Si ustedes creen que la firma Synclavier no sabe o no alcanza a lo que les digo, demuéstremente que son ustedes poseedores del Synclavier IV presentado en Viena en octubre del pasado 2002.
Hace falta no sólo conocer la orquesta, sino ser programador de sintetizadores. Y creo que no están ustedes en disposición de hablar de algo que a la vista salta desconocen.
Les recuerdo, ya por último, que mi opinión es sólo eso; ni vendo instrumentos, ni me dan comisión cuando alguien los adquiere.
Estúpida obsesión esta de persistir, sin base alguna, en algo que insisto ustedes no conocen ni por casualidad.
El VIrtusoso 2000 es un sintetizador, como lo es el DX7 de Yamaha, el D50 de Roland, el Modular System A-100 de Doepfer y tantos otros.
Que el desacierto de una demostración no sea del agrado, no significa que el instrumento no pueda competir firmemente con muchos de los que ustedes creen que están en el último grito de la tecnología, cuando sobre sampler nada se ha innovado desde el mítico S-3000 de Akai.
De manera que ustedes busquen donde quieran, que yo sé cuánto, cómo y qué necesito.
Sus opiniones no dejan de mostrar el desconocimiento de algo básico para lo que muchos mensajes arriba le indicaba al verdadero destinatario del debate parlamentario sobre esta materia.
Opinen ustedes, yo ya lo he hecho.
Francisco F. Micol